La Confederación General de los Trabajadores del Perú, Jaén, hace llegar un saludo fraterno a la mujer
campesina y a la mujer nativa del
nororiente peruano. También a las mujeres que se entregan en el campo a
trabajar con las mujeres campesinas:
-
Doctoras, enfermeras, técnicas que
velan por la salud de la mujer rural;
-
Directoras y Profesoras que velan
por su educación.
-
Autoridades: tenientas,
presidentas, mujeres de ONGs, etc, mujeres campesinas organizadas para luchar
contra la pobreza.
Así mismo, invocamos a las
autoridades a tener el coraje de reconocer en la mujer rural, al Perú profundo
que debemos amar, y por lo mismo, deben ser tratadas con dignidad y apoyadas en
todas sus luchas.
Para muchas mujeres rurales, la
ciudad es como el monstruo que las devora desde su cuerpo hasta los pocos
centavos que pueden hacer llegar con tanto esfuerzo. Parte de ese monstruo,
muchas veces son algunas autoridades, a donde llegan clamando por sus derechos
o clamando justicia y son humilladas, maltratadas, utilizadas y hasta vejadas
sexualmente.
Que este día sea de
reflexión para entender-valorar a la mujer campesina y nativa.
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